lunes, 30 de septiembre de 2013

La reacción del público pidiendo el indulto me emocionó muchísimo




INTERNACIONALES

 

MARIBEL PÉREZ


El toro Ricitos, de la ganadería de Carmen Segovia, se recupera ya en Los Linarejos, donde recibirá este mediodía la segunda cura tras haber sido indultado ayer por el novillero Fernando Rey en Moralzarzal. Felipe Gamella, propietario del bravo ejemplar, se siente más que feliz con el acontecimiento, y es optimista aunque cauto sobre el estado de su pupilo: 

'Se le ve espabilado. Le pondrán ahora un antibiótico fuerte, cuando llegue el veterinario. Anoche se le practicó la primera cura, le quitaron los arpones y en la finca ya se le puso antibiótico. Tenía un puyazo muy profundo y se le puso un drenaje, está respondiendo bien. Creo que saldrá adelante, porque merece la pena conservar a este toro. Pero hay que esperar'.

El ganadero afirma sentirse 'muy contento', porque 'en en el mundo ganadero te llevas muchos disgustos y también alegrías como en este caso. Este indulto es la recompensa al trabajo bien hecho. Siempre que se indulta es motivo de fiesta'. 

Gamella habla de las virtudes de Ricitos: 'a mí me gustó mucho. Aparte de la buena pelea en varas que hizo, tuvo profundidad en la embestida, siempre por abajo. El torero le exigió mucho y siempre fue a más. Fue extraordinario y muy exigente, Fernando Rey lo toreó en muletazos largos y estuvo extraordinario.' El criador relata cómo vivió el indulto: 'Cuando se perfilaba para entrar a matar, el público comenzó a pedir con fuerza el indulto hasta que el presidente sacó el pañuelo naranja. Esa reacción del público me emocionó mucho. Ver a la mayoría de la plaza pidiendo el indulto así es emocionante.'

'Lo que buscas como ganadero es esto, -continúa Felipe- pero se obtiene pocas veces. Siempre se tiene esta ilusión. Este año lidiamos un buen toro en Las Ventas al que le cortó una oreja Bautista y también otro en Cuéllar en sexto lugar. Pero los indultos también dependen -entre otras muchas circunstancias- de la sensibilidad del público.'

La situación de crisis ha obligado a muchos ganaderos a reducir parte de su camada. Felipe Gamella ha tenido que optar por esta vía, según explica: 'La situación de crisis actual es preocupante, no solo en el toro. Pero de momento no nos planteamos vender, lo que hemos hecho ha sido reducir el número de vacas para adaptarnos a la situación del mercado. Esto tiene sus ventajas, y es que debiera ir en beneficio de la bravura. Nunca tuvimos una camada larga, si en los mejores tiempos tuvimos 180 vacas, hoy ese número lo hemos reducido a la mitad. Así nos quedamos con lo mejor en tipología y eso ha dado sus frutos este año: ha sido una temporada buena, salvo Madrid, hemos tenido premios y vueltas al ruedo. Ha sido una temporada positiva'.

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